A los deportes de equipo, basados en una lógica interna de colaboración-oposición, se les ha atribuido un amplio
potencial en relación con la educación en valores. Pero la
alternativa deportiva, en sí misma, posee un carácter
ambivalente y es preciso nutrirla de acciones orientadas hacia la provisión de contextos éticos.
Desde el libro que aquí se presenta, se ahonda en esta idea, se ofrecen vías de intervención educativa y se profundiza en el conocimiento de los marcos axiológicos que sirven de referencia a los adolescentes cuando participan en deportes de equipo, prestando especial atención a las diferencias existentes en función del género y de la práctica deportiva en contextos extraescolares.