El primer capítulo habla de las dimensiones y las posibilidades del juego y nos cuenta cómo este puede ponernos en los límites del riesgo y la incertidumbre, colmarnos de seguridad y gloria o llenarnos de esperanza. El segundo analiza los elementos que dan vida al juego y describe sus características. El tercero revisa algunos de los aprendízajes, obvios y sutiles, que el juego propicia. El cuarto capítulo habla de los juegos concretos, invita a los lectores a recordar los suyos de infancia y a salir en busca de otros nuevos; tiene la intención de propiciar el subimiento de ludotecas significativas, además de limpias, ordenadas y abundantes, y propone técnicas sencillas de administración. El quinto habla de la necesidad de que en la escuela reine la congruencia entre el pensamiento educativo relacionado con el juego y las acciones concretas que se toman a diario en términos de asignación de tiempos y espacios o instrumentación de intenciones y acuerdos....