LUIS MOLOWNY. EL PRIMER ÍDOLO DE CHAMARTÍN

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Luis Molowny es sin lugar a dudas uno de los grandes referentes en la historia del Real Madrid. Lo certifica no solo su palmarés, sino el enorme cariño y respeto con el que, aún hoy en día, 35 años después de la última vez que se hizo cargo del primer equipo, es recordado por los aficionados.

La impronta de gran profesional no se limita a su trayectoria de más de 30 años en el Real Madrid. También en su tierra, Canarias, disfrutaron durante muchos años de su juego exquisito, de su sapiencia y de su extrema generosidad en pro del desarrollo del fútbol en las islas.

Este libro repasa la extensa trayectoria de un genio del fútbol, de un líder atípico que se mantuvo toda su carrera en la élite valiéndose de atributos como la empatía, el respeto, la prudencia o la lealtad.

«Lo di todo por el fútbol sin pensar lo que el fútbol pudiera darme, pero todo lo que tengo se lo debo a él», dijo en cierta ocasión. La frase resume a la perfección lo que este deporte significó para Molowny, pero también explica todo lo que él supuso para las entidades y organizaciones que tuvieron la fortuna de contar con un profesional dotado de un enorme talento para el fútbol pero, sobre todo, un hombre bueno lleno de honradez, profesionalidad y compromiso con todo lo que hizo.

Luis Molowny es sin lugar a dudas uno de los grandes referentes en la historia del Real Madrid. Lo certifica no solo su palmarés, sino el enorme cariño y respeto con el que, aún hoy en día, 35 años después de la última vez que se hizo cargo del primer equipo, es recordado por los aficionados.



La impronta de gran profesional no se limita a su trayectoria de más de 30 años en el Real Madrid. También en su tierra, Canarias, disfrutaron durante muchos años de su juego exquisito, de su sapiencia y de su extrema generosidad en pro del desarrollo del fútbol en las islas.



Este libro repasa la extensa trayectoria de un genio del fútbol, de un líder atípico que se mantuvo toda su carrera en la élite valiéndose de atributos como la empatía, el respeto, la prudencia o la lealtad.



«Lo di todo por el fútbol sin pensar lo que el fútbol pudiera darme, pero todo lo que tengo se lo debo a él», dijo en cierta ocasión. La frase resume a la perfección lo que este deporte significó para Molowny, pero también explica todo lo que él supuso para las entidades y organizaciones que tuvieron la fortuna de contar con un profesional dotado de un enorme talento para el fútbol pero, sobre todo, un hombre bueno lleno de honradez, profesionalidad y compromiso con todo lo que hizo.