- Editorial:
- EDICIONES CUMBRES
- Año de edición:
- 2014
- Materia:
- DANZA, BALLET, BAILE
- ISBN:
- 978-84-940517-6-0
- Páginas:
- 285
DANZAR MI VIDA
MARTA GARCIA
Marta García nos ofrece en DANZAR MI VIDA las memorias de su brillante carrera artística. Toda una vida dedicada a la Danza como Primera Bailarina del Ballet Nacional de Cuba, Directora Artística del Ballet Estable del Teatro Colón de Buenos Aires y Directora artística, pedagoga y adaptadora de repertorio del Gran Ballet de Cámara del Instituto Alicia Alonso de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Numerosas anécdotas y reflexiones sobre el ballet clásico sorprenderán al lector por su tono autobiográfico que se sitúa entre lo biográfico y lo reflexivo, entre lo íntimo y lo público. Marta García nos habla de su relación con grandes coreógrafos como Antonio Gades, su técnica y disciplina en la creación de grandes clásicos como "Giselle", "El lago de los Cisnes", "Coppélia", "Bodas de sangre"o "Tarde en la siesta", el misterio y la magia que acompañan la representación. Un libro dedicado a los amantes del ballet, a estudiantes de danza y a todos aquellos que quieran adentrarse en el fascinante lenguaje de la danza desde la mirada profunda y cercana de una de sus grandes protagonistas.
Prólogo de Roger Salas.
Sobre Marta García se ha dicho:
Una magnífica actriz de ballet, una "mezzo soprano" en Marta García quien es expresiva de pies a cabeza.
Arnold Haskell. Bohemia.
La Habana, 1967.
Marta García fue glamurosa en el rol doble, sus pronunciadas expresiones faciales sugirieron la congelada angustia del cisne blanco, y la simplicidad de sus brazos y los gestos de la cabeza evocaron el estatismo de un sueño. Ella es una prodigiosa estatista en giros y técnicamente segura (
).
Como Odile, la tentadora, García dejó a todos en suspenso.
Jennifer Dunning.
The New York Times, Nueva York, 1979.
(
) En este mismo programa, el público reservó un triunfo al maravilloso Tarde en la Siesta, de Alberto Méndez y más particularmente a Marta García (
)
René Sirvin.
Le Figaro, París, 1984.
Marta García en Bodas de Sangre estaba llena de fuego como lo demostró en cada paso, en cada pose de sus brazos y en cada ritmo (
) Marta García al crear su propia poesía visual, me hizo gritar ¡Olé!.
Fernau Hall.
Cuba en el Ballet, La Habana, 1986.