DESARROLLAR LA INTELIGENCIA EN EL ATAQUE POSICIONAL. EL JUEGO CONSTRUCTIVO DESDE ATRÁS

Horst Wein es conocido como «el formador de los formadores», tras haber actualizado en los últimos 27 años los conocimientos de numerosos entrenadores
del fútbol mundial. En 2002 fue uno de los primeros en investigar sobre el novedoso concepto del «desarrollo de la inteligencia de juego». Ahora, después de Fútbol a la medida del niño y Contraatacar con inteligencia, publica este brillante manual. Sirve para orientar a los formadores de niños y adolescentes y a entrenadores de jugadores profesionales, ofreciéndoles una gran variedad de juegos para que sus futbolistas descubran, paso a paso, la importancia de las quince reglas
de oro para conseguir una maestría en la posesión del balón.
Hay un aspecto en el rendimiento de un jugador de fútbol al que no se ha dado aún la debida importancia en la enseñanza y que puede caracterizar la segunda década del siglo xxi: la inteligencia de juego, auténtico motor de cualquier prestación futbolística y responsable de la calidad de juego.
La inteligencia del futbolista será un importante criterio para evaluar su rendimiento.
Al querer implementar un estilo de juego ofensivo basado en la posesión del balón, los entrenadores o formadores no deberían tener miedo de conseguir resultados adversos. Deben estar, tanto ellos como sus jugadores, convencidos de las numerosas ventajas que conlleva esta forma de interpretar el fútbol. Lo importante es saber qué hacer con el balón en cada momento.

Horst Wein es conocido como «el formador de los formadores», tras haber actualizado en los últimos 27 años los conocimientos de numerosos entrenadores
del fútbol mundial.
En 2002 fue uno de los primeros en investigar sobre el novedoso concepto del «desarrollo de la inteligencia de juego». Ahora, después de Fútbol a la medida del niño y Contraatacar con inteligencia, publica este brillante manual. Sirve para orientar a los formadores de niños y adolescentes y a entrenadores de jugadores profesionales, ofreciéndoles una gran variedad de juegos para que sus futbolistas descubran, paso a paso, la importancia de las quince reglas
de oro para conseguir una maestría en la posesión del balón.
Hay un aspecto en el rendimiento de un jugador de fútbol al que no se ha dado aún la debida importancia en la enseñanza y que puede caracterizar la segunda década del siglo xxi: la inteligencia de juego, auténtico motor de cualquier prestación futbolística y responsable de la calidad de juego.
La inteligencia del futbolista será un importante criterio para evaluar su rendimiento.
Al querer implementar un estilo de juego ofensivo
basado en la posesión del balón, los entrenadores
o formadores no deberían tener miedo de conseguir resultados adversos. Deben estar, tanto ellos como sus jugadores, convencidos de las numerosas ventajas que conlleva esta forma de interpretar el fútbol. Lo importante es saber qué hacer con el balón en cada momento.