EL ENIGMA ANTONIO PUERTA

EL ENIGMA ANTONIO PUERTA. ¿POR QUÉ MUEREN TANTOS DEPORTISTAS?

Editorial:
LA ESFERA DE LOS LIBROS XXI
Materia
MEDICINA DEPORTIVA
ISBN:
978-84-9734-752-5
Páginas:
158
18,00 €
IVA incluido

El enigma Antonio Puerta es algo más que un libro acerca de la –todavía misteriosa– muerte del genial futbolista sevillano, pues aborda las grandes preguntas todavía no resueltas sobre el «caso Puerta» (¿por qué no han trascendido aún los resultados de su autopsia?) y desvela episodios nunca publicados acerca de su sintomatología previa y su muerte.

En estas páginas –que aparecen coincidiendo con el aniversario del trágico fallecimiento de Antonio Puerta–, el autor revisa a fondo otros casos de muerte súbita de deportistas de élite, como por ejemplo el del corredor de maratón Diego García, y analiza en profundidad los casos más relevantes de este tipo de muertes en el deporte.

El enigma Antonio Puerta es un auténtico tratado que pretende ofrecer la información más actualizada y del más alto nivel sobre el corazón del deportista, con un único objetivo: la prevención.

Con este estudio, Ignacio Romo, en su doble condición de médico y periodista, tan sólo pretende evitar más muertes.

PRIMERAS PÁGINAS DEL LIBRO:
25 DE MAYO DE 2006

Antonio Puerta comenzó realmente a morirse en Badajoz, no en Sevilla. Fue el primer aviso, la primera señal que emitió su cuerpo: algo no funcionaba totalmente bien en aquel prodigioso organismo, tan extraordinariamente dotado para el fútbol. En la primavera de 2006, el Sevilla Club de Fútbol jugaba un partido amistoso de pretemporada, un hermoso encuentro, una fiesta del balompié extremeño porque se trataba de celebrar un centenario.

En este caso quien cumplía cien años era un equipo de fútbol: el Club Deportivo Badajoz.

El partido se disputaba en El Nuevo Vivero, el campo del Badajoz, y el Sevilla acudía a la ciudad extremeña con la vitola de ser el vigente campeón de la Copa de la UEFA. Una fiesta para los amantes del fútbol de Badajoz. Pero un mal día para
Antonio Puerta.

Aquella tarde el sevillista iba a recibir una tremenda señal del destino: la primera.
Poco después de que el árbitro pitara el final del primer tiempo, el lateral izquierdo del Sevilla se encaminó hacia los vestuarios. Mientras bajaba por las escaleras se sintió súbitamente indispuesto y se desplomó de una forma especialmente violenta, muy sorprendente para los que se encontraban cerca de él. Ni siquiera tuvo tiempo de proteger su cabeza con las manos para parar el golpe. Perdió el control, el equilibrio, se le nubló la vista y chocó contra una columna. Se abrió una ceja, según el relato de Kepa Blanco, jugador del Getafe, ex sevillista, y gran amigo de Puerta. Kepa bajaba las escaleras detrás de Antonio cuando el lateral izquierdo del Sevilla sufrió el desmayo.

Aquella tarde Antonio hubo de ser atendido por los médicos. El desmayo fue lo suficientemente preocupante como para que no pudiera continuar el encuentro. Puerta fue sustituido por Ismael y el Sevilla perdió por 3-0 contra el Badajoz.

Aquél fue el gran aviso, su primer desvanecimiento de importancia. El desmayo, al parecer, no fue total porque la pérdida de conciencia no llegó a producirse del todo. Los médicos lo diagnosticaron como presíncope. Sin embargo, a pesar de que Puerta se repone por completo, el equipo médico del Sevilla decide estudiarle. Le explorarán el corazón y el cerebro.

A fondo.

11 DE JULIO DE 2006

Como consecuencia del desmayo sufrido en Badajoz, a Antonio Puerta se le practica una evaluación médica específica, muy completa, en el Centro de Medicina del Deporte de Andalucía.

Éstas fueron las pruebas realizadas:

1. TAC de cuerpo entero, con especial interés en el TAC craneal.

Resultado: normal. Sin alteraciones.

2. Holter con registro del electrocardiograma. (El individuo lo lleva durante veinticuatro horas y registra por escrito los esfuerzos más relevantes que lleva a cabo, si ha tenido alguna sintomatología, y detalla la hora exacta de cada episodio).

Resultado: normal. Sin alteraciones.

3. Ecocardiograma. Resultado: normal. Sin alteraciones.

4. Ergometría. Prueba de esfuerzo en la que el individuo corre con velocidad incremental y en la que se le registra en todo momento el electrocardiograma. Resultado: normal.
Sin alteraciones.

LA IMPORTANCIA DEL ECOCARDIOGRAMA DE 2006

El examen médico completo al que se sometió Puerta un año antes de su muerte (quince meses, para ser exactos) es un material de gran importancia a la hora de investigar las causas de su fallecimiento.

La ecografía cardiaca (es decir, la imagen de las aurículas y ventrículos de su corazón construida mediante las ondas de ultrasonidos) no evidenció ninguna alteración. Más concretamente, si nos detenemos en la causa oficial de su fallecimiento, la famosa displasia que sirvió para etiquetar su muerte, en aquel examen ecocardiográfico anterior a su defunción en poco más de un año, no se detectó ni siquiera un pequeño foco de displasia.
La ecografía sin alteraciones de 2006 es una de las evidencias (además de la ausencia de comunicación de datos post mórtem) que cuestionan la displasia como causa real del episodio sufrido por Antonio Puerta el 25 de agosto de 2007 y que le conduciría al fatal desenlace.

Existen cardiólogos que afirman que un ecocardiograma sin signos de displasia un año antes de morir la descartaría como causa de muerte. ¿Por qué? Sencillamente porque una displasia tarda aproximadamente cuatro años en desarrollarse....

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